Marita y Coty pedalean en las tricicletas, repartiendo pedidos por la ciudad mientras Facu está capacitando a nuevos vendedores frente al edificio del Banco Nación. En la sede de Favicop, el resto de los jóvenes realizan tareas de producción para completar los pedidos. Mientras David dobla con suavidad y seguridad las bolsas, Pablo escribe esquelas que indican el tamaño y cantidad para luego empaquetarlas.
La iniciativa surgió hace unos años para darle trabajo a quienes egresaban de la escuela especial Julián Carballo, y brindar así una contención y salida laboral. Desde el año 2007 promueve estas actividades de integración, dando respuesta a esta necesidad. El nombre es tomado de las iniciales los primeros jóvenes que la fundaron (Fabián, Vivian, Coty y Paula formaron la sigla Favicop).
Hoy el emprendimiento es una realidad, es una marca conocida por todos los Carlotenses, “si no existiera el taller al terminar la escuela quedarían en sus casas, fuera del sistema y sin nada que hacer”, comenta al paso Georgina, actual coordinadora del taller.
Lucas, David, Pablo, Alejandra, Laura, Cristian, Nerella, Marita, Coty, Facundo, Tamara y Maxi son los talleristas que actualmente trabajan en esta Asociación Civil. Ignacio de Los Cisnes está ausente con aviso, mientras tanto, el resto trabaja a conciencia.
El funcionamiento
Favicop comenzó sus tareas en la escuela especial, luego se trasladó a su sede actual, en calle Nicanor López 24 de La Carlota. Una casa brindada en comodato por la Municipalidad que les da la posibilidad de estar en el centro de la ciudad y tener un puesto de venta al público.
María del Carmen Casajus es la actual presidenta de la Asociación Civil, fue docente de la escuela especial, hoy está jubilada. La presidenta explica que la entidad, una asociación sin fines de lucro, perdura por el compromiso de quienes la han integrado y por la renovación de la comisión. Mantener todo en regla y el trabajo en conjunto con los padres, que anualmente reciben una devolución sobre el desempeño de sus hijos, es también importante para la institución.
Por otro lado, la nueva sede fue clave: “Para nosotros es fundamental estar aquí cerca del centro y tener visibilidad para que la gente se acerque por su cuenta” explica María del Carmen. Actualmente la distribución de los productos, está en manos de los jóvenes, pero el anhelo de todos es que paulatinamente la gente se acerque a la sede y haga su pedido. “Dependemos de tres vendedores, si faltan por algún tema de salud o personal se resiente todo el trabajo, por eso pedimos que se acerquen” dice la presidenta.
El proceso de producción completo que incluye corte, doblado, embolsado y distribución de puede ser realizado por tres integrantes de Favicop, el resto se divide tareas. “Las bolsas son solicitadas por las industrias de la zona por su calidad”, explica Georgina.
Todos estos talleristas reciben como pago un porcentaje sobre las ventas, a lo que se suma una retribución del Ministerio de Trabajo de la Nación como Operarios Laborales y en 5 casos el plan primer paso provincial. De esta manera logran una suma que alivia las cargas familiares y comienza a generar cierta independencia económica. “Y lo más importante es que se los sigue conteniendo, y generando actividades, nadie se pierde los viernes de salida donde se canta Karaoke y todos tienen su lugar en el taller” dice María. “La gente reconoce nuestra tarea y cuando puede nos brinda ayuda”.
Algunas de los gestos concretos de la comunidad son visibles: el club Central Argentino les instaló el cable y un televisor para que vean el mundial, los alumnos de la especialidad de gestión de “El Nacional” generaron actividades y publicidad para ampliar las ventas, reciben el apoyo de los medios de comunicación locales, socios colaborativos aportan económicamente y la rifa anual que realizan tiene bastante llegada en la comunidad.
A pesar de todo lo expuesto, el dinero nunca es suficiente, por ello entre los objetivos para el 2015 se encuentra el de gestionar a través de algún organismo estatal un sueldo estable para quien se desempeñe como coordinador, para así sumarlo a lo que aporta en este rubro la Asociación Civil.
Un mediodía cualquiera
Mientras los chicos terminan de realizar sus tareas y preparan el brindis con jugo del mediodía, las bicicletas descansan afuera, sin cadena ni candados, listas para transportar a sus casas a los que se trasladan por su cuenta. Es que el ritmo de La Carlota contagia paz y serenidad. Es el medio día y mientras aguardan que el reloj marque las 13 bromean y se hacen cosquillas. Marita promete revancha para la tarde. Facu cuenta que le gusta el Basquet, y que Maxi juega al fútbol en “El Central”, Pablo prefiere tocar en la banda de música del pueblo mientras varios van a la pileta. Es que la inclusión en la actividad física, no es algo extraño en la localidad, que cuenta con una importante tarea municipal en todo lo referente al deporte adaptado. “Cuantas más cosas hagan mejor” dice María del Carmen. Los coordinadores, padres y la comisión de la institución desean que la reinserción laboral sólo sea el primer paso, y que quienes puedan, continúen su camino hacia nuevos desafíos laborales y personales.
Los productos
Favicop tiene a la venta bolsas de polietileno de todos los tamaños, bolsas de papel y un amplio surtido en descartables.
Para adquirir estos productos pueden dirigirse a Nicanor López 24 o llamar al teléfono 03584-15403730
