'EN 25 AÑOS, HEMOS HECHO ALGO IMPORTANTE”

01-12-2014

Kurt Frieder es actualmente el director Ejecutivo de la Fundación Huésped pero fue presidente durante la primera década de la organización. Licenciado en administración y con una maestría en salud, fue convocado entonces por el médico Pedro Cahn, que junto a un grupo de profesionales de la salud del Hospital Fernández venían atendiendo pacientes con VIH desde 1982 en lo que entonces era una incipiente área de infectología.

“La fundación nació para dar respuesta a las necesidades que había de la gente que estaba viviendo con el virus, sus familiares y allegados. También de algunos profesionales de la salud que necesitaban tener cierto apoyo que en ese entonces les era negado por el sector público e incluso por sus colegas médicos. Ese fue el motivo por el que hicimos Fundación Huésped hace 25 años atrás”, recuerda Frieder que hoy dedica su tiempo profesional a la organización.

En 1986 el virus del Sida era sinónimo de muerte. Cuando la gente salía a repartir folletos en la calle cada 1º de diciembre (en 1998 se fijó el día internacional de la lucha contra el SIDA) muchas personas se espantaban y ni siquiera querían recibir ese papel. 25 años después, “las cosas han cambiado mucho y sentimos que hemos tenido que ver con esto”, dice Kurt al recordar cómo era hablar de Sida hace 25 años.

“Hemos tenido un protagonismo valioso., hemos sido los primeros que hablamos de preservativos, los hemos mostrado y logramos incluirlos en la cultura popular. Más allá de si la gente lo usa o no, hoy nadie se horroriza por ver un preservativo. Hemos sido los primeros en denunciar temas de discriminación respecto a la gente que vive con VIH, hemos trabajado incidiendo en la cultura a partir de programas de televisión. Después de 25 años podemos mirar hacia atrás y decir: hemos hecho algo importante. Hay un enorme camino por recorrer, pero acá estamos mucho más sólidos que cuando empezamos”.

A la tarea inicial de difusión y prevención, la Fundación Huésped fue sumando nuevos desafíos vinculados con mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esto marcó el nacimiento del área de investigación clínica que desarrolla proyectos en especial para la industria farmacéutica como fuente de recursos económicos. “La idea es trabajar en temas que tienen que ver con la simplificación del tratamiento o con la posibilidad de probar nuevas drogas para los laboratorios”, agrega el Director Ejecutivo de la Fundación. “Por otro lado, está la Dirección de Programas que tiene que ver con promover un estado saludable de las personas con VIH SIDA y esto es porque entendemos a la salud no sólo como bienestar físico sino también psíquico y social. Todos los servicios que ofrece la fundación son gratuitos. Hemos creado una organización que puede dar respuestas más abarcativas, entendiendo que lo más importante es trabajar desde una perspectiva de derecho. Lo que tenemos muy claro también es que la Fundación Huésped es una entidad de la sociedad civil que dentro de todo tiene capacidades limitadas y recursos más limitados aún, por lo tanto lo que buscamos es articular con otros sectores”.

La pastilla en la boca

El VIH es una epidemia que en el país se estima afecta al 0, 5 de la población, o sea que 4 o 5 de cada mil personas son portadores. El problema es que un tercio no lo sabe y sigue transmitiendo el virus. Por eso, “la mejor herramienta de prevención es tratar a los pacientes para que no circulen con el virus”, afirma el doctor Pedro Cahn, actual presidente de la FH.

¿Tienen cifras de cuánta gente se testea en el país?

Nos gustaría tener esa información a cualquier lugar a donde vamos, pero no la tenemos, no sabemos cuánta gente se testea. Sí sabemos que no es suficiente y que la realidad es que hay alrededor de 40 mil personas que viven con el VIH y no han pasado por los servicios de salud. En esta época un testeo a tiempo puede garantizar el acceso a una buena medicina, a una buena y extensa calidad de vida. Lo que sabemos es que claramente hay que incrementar el número de testeos.

En los 30 años que se conoce el virus en Argentina, se ha logrado superar la etapa del desconocimiento, de los prejuicios para entrar en la educación?

Nosotros entendemos que se hizo un esfuerzo importante en explicar cómo se transmite el virus. Primero, no es una enfermedad de contagio, es una enfermedad transmisible. Digo esto porque es importante entender la diferencia entre ambas. Cuando hablamos de contagio, se trata de algo que puede estar en el aire como podría ser la tuberculosis. En este caso, el VIH es transmisible y se sabe exactamente las vías. Por otra parte, aunque la gente ha recibido esta información en general sabemos que muchísima gente sigue, en primer lugar, teniendo prejuicios, pensando que tal vez el mosquito pueda transmitirlo o que el retrete del baño pueda hacerlo u otro tipo de pavadas que tienen que ver más con los mitos que con las realidades. Pero por otra parte también sabemos que mucha gente sabiendo aún que tiene que usar preservativo no lo utiliza en sus relaciones sexuales. La transmisión sexual es responsable por el 90% de las nuevas infecciones.

¿La transmisión vertical (madre-hijo) se ha logrado controlar?

Se controla mucho más porque hoy en la ley nacional figura expresamente la obligatoriedad de ofrecerle a cada madre la posibilidad de hacerse el test. Igual nacen en Argentina cerca de 100 chicos por año con el virus, lo que significa que sigue habiendo muchas mujeres que llegan al servicio de salud directamente a parir sin los controles prenatales. Esto es perfectamente evitable, hay países en el mundo donde ya no nacen niños con HIV.

¿La difusión del uso del preservativo los enfrentó en algún momento con la Iglesia?

Hemos tenido algún enfrentamiento pero menor. Nosotros hemos sostenido claramente nuestra línea de conducta y yo he conversado personalmente con curas jóvenes que decían que ellos mismos distribuían preservativos, especialmente en los barrios más vulnerables, porque entendían que era la única forma de proteger a ciertas mujeres que de lo contrario iban a ser infectadas por sus parejas sexuales. La verdad es que con la jerarquía eclesiástica no hemos tenido mucho contacto. Pero la verdad es que a nivel mundial la Iglesia católica ha entendido que hay que focalizar en otros temas más importantes que en el uso o no del preservativo.

Sobre la provisión de medicamentos del VIH

Argentina fue pionera en América Latina en la atención universal y gratuita del VIH, con una política de provisión de medicamentos que ya tiene más de 20 años.En 1996, la Ley 24.754 incorporó estas obligaciones para las empresas de medicina prepaga.El Estado Nacional garantiza a través de los hospitales públicos el acceso a los tratamientos.

La asistencia a los pacientes está cubierta en el país por leyes nacionales. ¿Pero cuánto hacen los Estados nacional, provincial y local en materia de prevención?

De acuerdo a la ley Nacional de Sida (23.798), esto es parte de la obligatoriedad del Estado pero no se cumple o se hace en menor medida. En lo que tiene que ver con prevención el Estado está repartiendo preservativos, el año pasado se distribuyeron más de 3 millones en forma gratuita, pero se necesitarían 5 o 6 veces más. Por otro lado, se imprimen materiales que se distribuyen pero no necesariamente llegan a la gente porque no se va a buscar folletería a los centros de salud en general. No hay trabajo en campañas masivas.

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre vivir con VIH y tener SIDA?

Los seres humanos están protegidos de las enfermedades por su sistema inmunológico. Cuando entra un microbio, una bacteria o un virus al cuerpo humano, las células de defensa lo rodean y lo destruyen y así se cura de la enfermedad. Si el sistema inmunológico o de defensa de una persona está fallando puede enfermarse cuando un microbio lo ataca. El SIDA es un conjunto de enfermedades que atacan el sistema inmunológico de las personas. Es provocado por un virus llamado VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). Cuando este virus entra en la sangre de una persona, ataca a las células de defensa y ya no pueden proteger al cuerpo de otras enfermedades. Muchas veces el virus VIH queda inactivo, y la persona no tiene ningún síntoma, aunque sí puede transmitirlo a otras personas. Pero con el tiempo el virus VIH se activa y empieza a reproducirse hasta dejar a la persona con muy pocas defensas. Si esto sucede, la persona empieza a estar enferma todo el tiempo sin que el cuerpo pueda defenderse. Este conjunto de enfermedades es lo que se conoce como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

¿Cómo se detecta el virus VIH?

A través del Test de Elisa y el Test de Western Blot. Puede suceder que si una persona se realiza una prueba muy temprano, una vez ingresado el virus a su organismo, tal vez no se hayan generado cantidad de anticuerpos en niveles detectables y el resultado será negativo. Es lo que se denomina Período Ventana. Se recomienda repetir el test al mes.

¿Qué significa un resultado positivo?

Que se tiene el virus del VIH, no que tenga SIDA.

Que puede infectar a otra persona si mantiene relaciones sexuales sin protección (sin preservativo) o por contacto directo de sangre con sangre.

Que debe protegerse siempre en sus relaciones sexuales para no correr riesgo de re-infección. Esto significa que debe evitar que el VIH vuelva a ingresar en su organismo, ya que eso aumenta la posibilidad de contraer SIDA.

Que podrá continuar con sus actividades cotidianas.

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