El paraíso de Manucho

07-12-2016

Enclavada en Cruz Chica, un lugar que se caracteriza por casas señoriales de estilo español y aires aristocráticos, se encuentra “El Paraíso”. El soñado refugio del escritor y su familia.

Entrar en la hermosa y aristocrática casa de estilo neocolonial es entrar en el mundo del escritor y, de una particular manera, llegar a conocerlo. Esto se logra a través de lo que trasmite este espacio, casi exuberante, donde se conserva su colección de arte, recuerdos de sus viajes, libros, notas, su máquina de escribir y hasta su lapicera.

Declarada Monumento Histórico Nacional en el 2015, es una casa que atrapa. La ecléctica y pensada disposición de cada objeto lleva a imaginar la personalidad de Manucho. Hay alrededor de 2000 piezas y cada una cuenta una historia. Muchas de ellas son reveladas en las visitas guiadas, así como las anécdotas y el fascinante sistema de creencias que gobernaban la vida del escritor, que era supersticioso y muy interesado por los rituales y las costumbres del mundo.

Adoraba cada una de las cosas que había en la casa. Aseguraba que tenían vida y solía decir que “una de las singularidades de El Paraíso ha sido la forma en que mis objetos se adecuaron a él. Cada uno fue, sin vacilar, al sitio que le correspondía, como si yo lo hubiese adquirido para ese lugar”.

La biblioteca de más de 10 mil ejemplares es un capítulo aparte. Con libros de diversos temas que seguían un orden que sólo él conocía. Varios tienen su firma y notas al margen en su idioma original, sea este castellano, francés o inglés.

Las coincidencias hicieron que el escritor se sintiera especialmente atraído por este lugar. Se encontraba “en un bosque como el de la bella durmiente”, según sus propias palabras. 7 hectáreas, 7 casas en toda la propiedad y 7 millones de pesos era lo que se pedía por ella. La vio por primera vez cuando estaba de visita en la zona junto a su esposa Ana de Alvear de Mujica Lainez. Casualmente la calle (que hoy lleva el nombre del escritor) se llamaba General Alvear, apellido que coincidía con el de su esposa. Fue diseñada por un arquitecto francés y desde que se construyó, en 1922, se llamó “El Paraíso”, lo que remitió al escritor a pensar en su obra “Invitados en el Paraíso”, que escribió diez años antes. Otra coincidencia.

Todo esto hizo que la pareja quedara hechizada por la casona. Manucho tenía premios literarios que cobrar y con su esposa juntaron dinero, vendieron un cuadro de Victorica y fueron pagando lo restante en cuotas.

Siempre dijo que el lugar lo estaba esperando.

Vivió allí desde enero de 1970 hasta su muerte, en abril de 1984. Fue sin dudas su lugar en el mundo. Adoraba las reuniones con amigos, tanto de La Cumbre, a los que solía recibir para tomar el té, como los que venían a visitarlo desde Buenos Aires y se quedaban en las casitas del parque. Escritores, artistas plásticos o actores, que siempre estaban presentes.

Escribió varias obras en El Paraíso, desde Cecil, hasta Un novelista en el Museo del Prado. Tenía una rutina para escribir. Bajaba a buscar la correspondencia y se recluía en su escritorio hasta el mediodía. Escribía a mano, en un cuaderno de notas. Siempre presentaba cada obra como la última y siempre cuentan que, como muchos escritores, sufría por la falta de inspiración de algunos momentos.

El parque mágico

La casa-museo de Mujica Lainez es un lugar más que acogedor, que se complementa perfectamente con la recorrida por los jardines, espacio mágico que fue esmeradamente cuidado por su esposa, Ana de Alvear, que además de poseer un talento especial, conocía cada planta por su nombre científico. Senderos con frutales, árboles y flores que muestran su esplendor cada estación. También se observa el lugar donde fueron enterradas las mascotas de la familia, cuya lápida fue pintada por Manucho.

Traspasar el portón de entrada de El Paraíso es entrar en un espacio fuera del tiempo. Sin dudas una experiencia inolvidable, que quedará grabada por siempre.

Paola Perticarari

Para comunicarse con la Fundación Mujica Lainez

Tel: 03548 - 451254

Mail: [email protected]

Enero y Febrero: Visitas diarias guiadas de 10 a 13hs y de 17 a 19.30hs

Temporada baja: Sábado, domingos y feriados de 11 a 17hs

Se cobra una módica entrada.

El paraíso en peligro

La fundación se encuentra a la espera de ayuda oficial, ya que sólo se mantiene con el importe de las entradas y en los últimos años se ha reducido la cantidad de visitantes debido a la situación económica. Ya han mantenido conversaciones con el Ministerio de Cultura de la Nación y el 11 de septiembre de este año, con motivo del natalicio de Mujica Lainez se realizó un abrazo al museo para reclamar una pronta respuesta.

Suscribite al newsletter

COLSECOR Noticias

* no spam