EL CORAZÓN EN EL CLUB

22-12-2014

Los clubes forman parte de la historia de cada pueblo. Sea cual fuere su razón social, portan ese espíritu comunitario y democrático. Las frases “de a poco”, “entre todos”, “con trabajo” y la gran sensación de pertenencia de quienes los frecuentan, son características que marcan estas instituciones que, cada una a su manera, tienen un gran protagonismo en el acontecer local.

Ismael Palacio nació en Las Higueras, al sur de Córdoba, cerquita de Río Cuarto. En el pueblo lo conocen en primer lugar por su pasión por las bochas y en segundo, por ser presidente del Club San Martín.

Ismael recuerda que desde su adolescencia es habitué de la institución. “A los 14 años ya jugaba a las bochas acá, hoy tengo 52. Cuando me di cuenta, ya estaba participando en la comisión donde primero fui tesorero y luego en diciembre de 1999, con un grupo de muchachos armamos una lista y nos hicimos cargo del club. Al principio parecía imposible, pero de a poco se fueron dando algunas cosas y pudimos avanzar con varias obras”.

Lo que lo motiva a participar y ser parte de esta institución, tiene que ver con lo sentimental. “Uno le va agarrando cariño y sobre todo es muy lindo ver aquello en lo que se puede avanzar, mejorar.... y te encariñás. El club es como una casa. La querés ver linda, entonces la empezás a pintar. Nosotros hacemos muchas cosas desde la comisión, por eso también hemos avanzado mucho. Pintamos todo el salón y tenemos tres albañiles, por lo que la mano de obra la ponemos nosotros”, comenta.

Ver cómo se va avanzando “Es muy lindo, te motiva a seguir haciendo cosas, por ejemplo este año tuvimos una cena para el día de la madre y fuimos 14 personas trabajando de la comisión más los mozos que contratamos, pero desde las 8 de la mañana estuvimos preparando el salón, la comida”.

Una pasión

De la vida del club lo que más le gusta es jugar a las bochas, deporte que nunca abandonó. “Los días que puedo me acerco a la tardecita y nos encontramos con varios de los muchachos. Mantenemos la costumbre de juntarnos a jugar a las bochas una vez por semana, después cenamos algo... mantenemos la vida de pueblo. Lo que pasa es que somos todos de Las Higueras, nos hemos criado juntos. Entonces nos encontramos, charlamos, nos acordamos de viejas épocas. La mayor parte de la comisión directiva estuvo siempre vinculada a la institución”, explica.

Ismael pasa muchas horas en este lugar. “Le dedicamos mucho tiempo, es parte de nuestra vida. Te encariñás tanto con el club que te cuesta desprenderte. Tengo a mi señora que me aguanta, porque si no después de tantos años ya me hubiese separado. Muchas veces dije ´este año después de la asamblea me voy´ y empezamos a ver todo lo que se puede hacer y terminé diciendo `bueno, vamos dos años más´ y así... es lindo el ámbito de las asambleas, la participación. Esa noche los socios te miden, ven qué se hizo el período. Es realmente la hora de la verdad”.

El pueblo, siempre presente

“El apoyo del pueblo al club es incondicional. Es muy difícil que se colabore si no se ve eso plasmado en obras, pero la suerte que tenemos es que el club se han terminado los asadores, los salones, como tenemos buena relación con todas las instituciones prestamos el salón a los colegios, a la parroquia... no sólo le sirve a los socios del club, sino que a todo el pueblo, porque al que le hace falta el club lo usa”.

La actividad más concurrida son las bochas. También puede practicarse taekwondo, aikido y gimnasia artística. En el área cultural se están dando talleres en artes plásticas.

La sede está en Leandro Alem 255 y en la entrada está la cantina, donde a la mañana “Más o menos desde las 11.30 hay muchachos que se juntan a charlar y tomar el tradicional gancia. A la tarde, tipo 19hs, se juntan a jugar a los naipes, a las bochas... es la vida del club, es la vida del pueblo que tenemos la suerte de disfrutar”.

Las Higueras

Ubicada a siete kilómetros de la ciudad de Río Cuarto, esta localidad encuentra sus orígenes allá por 1895, cuando comienza a extenderse el ramal que unía la zona de Villa María con la de Río Cuarto. Este pasaba por las tierras del señor Silverio Funes, quien realizó un loteo con el fin de que se instalara una estación de ferrocarril. Se toma como fecha de fundación del pueblo la creación de la estación, primera edificación local inaugurada ese mismo año. Alrededor de este edificio se fueron construyendo las primeras viviendas. Al principio se denominaba al lugar Estación Funes, luego prevaleció “Las Higueras”.

Comienza un lento crecimiento de la población y en 1944 se instala el Área Material de Río Cuarto, entidad dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, que hace que lleguen a la localidad una gran cantidad de personas a trabajar. Esto generó un gran crecimiento “Yo trabajo en el Área Material, fue y es una fuente de trabajo muy importante, para el pueblo y la zona”, detalla Ismael, que también recuerda el pueblo de antaño. “Cuando éramos chicos no había alumbrado público, a la noche había luces sólo en las esquinas, era muy distinto. En una época no había más de tres televisores en el pueblo, después fue cambiando y la tecnología fue avanzando”.

Hoy Las Higueras cuenta con alrededor de 8.000 habitantes. Su propio crecimiento sumado a la cercanía con Río IV, hacen que se generen demandas habitacionales. “En los últimos años hubo un crecimiento muy importante, está muy lindo el pueblo. Avanzó mucho en lo habitacional, hay un loteo terminado y otro muy grande que se está terminando ahora. A pesar de eso y de estar cerca de Río IV, Las Higueras mantiene muchas cosas de pueblo chico, es muy tranquilo y eso es algo muy lindo”, finaliza Ismael.

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