El aromito

01-04-2003

Inspirados en la experiencia de La Luciérnaga, publicación mensual realizada y vendida por chicos en situación de riesgo de la ciudad de Córdoba, los coordinadores de “El Espejo”, agrupación que realiza trabajos comunitarios en la localidad cordobesa de Jesús María, decidieron lanzar “El Aromito”.

Este emprendimiento, que comenzó con una cartilla con información local que acompañaba a La Luciérnaga, surge como una herramienta para que chicos de Jesús María enfrenten con mejores expectativas la dura realidad que a tantos jóvenes de este país les toca padecer.

Como explica Jorge Bertolotto, Director de “El Aromito”, si bien existe una ley que establece que los menores no deben trabajar, muchos argentinos tienen que salir, con su corta edad, a ganarse el plato de comida que su familia necesita. Esta situación provoca el alejamiento de los chicos de la escuela y los arrima a la vida arriesgada y presurosa que la calle les propone. “El objetivo es sacar a los chicos de la calle y bajar los horarios de trabajo para que puedan ir a la escuela”, resume Bertolotto.

El proyecto el aromito se lanzó oficialmente en Jesús María en los primeros días de este 2003, y durante las noches del Festival Nacional de Doma y Folclore los vendedores de esta flamante publicación ofrecieron por primera vez su producto por las calles.

Darío “El mata” Gonzalez participa de la Murga y vende El Aromito en Jesús María

Darío González es uno de los que, como en aquellas noches festivaleras, todos los meses extiende sus brazos con el abanico de revistas que ofrece a los transeúntes. “El mata”, como lo llaman los otros chicos, decidió reanudar sus estudios y se incorporó al proyecto de El Espejo. Comenzó a participar de la murga “Los Nadie” y ahora con la venta de El Aromito puede juntar algo de dinero y disponer de tiempo para otras actividades. “Ahora puedo volver a la escuela, que había dejado para poder trabajar” dice Darío con renovado entusiasmo.

Los talleres de capacitación y la murga de “El Espejo” se ven reforzados con este nuevo emprendimiento que busca brindar contención y espacios de participación dignos a chicos de la calle o en situación de riesgo. Que la murga siga bailando junto a El Aromito; por lo menos, mientras sea necesario.

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