Aleja Páez | Periodista e investigadora especialista en Tv y OTTs
La oferta de contenidos infantiles siempre ha sido liderada por las producciones estadounidenses, en especial por los programas y películas provenientes del circuito Disney. Varias generaciones crecieron acompañadas por las historias de caballeros y princesas y las aventuras de ratones, patos u osos en situaciones humanas como dirigir una empresa, ir de cacería o entablar una relación amorosa.
Normalmente, la programación de los canales temáticos para el público más joven viene acompañada de numerosas publicidades de juguetes, disfraces y toda clase de productos orientados a los pequeños y pequeñas televidentes. Asimismo, los guiones reproducen claras diferenciaciones de género en las que se ubican a los varones en roles protagónicos y heroicos y a las mujeres en pose de delicadeza y con tareas menos divertidas o con menos acción.
Sin embargo, en los últimos años hemos presenciado una serie de cambios a partir de la aparición de series con temáticas más diversas, menos violentas y con personajes diferentes a los clásicos héroes de capa y antifaz. Este movimiento es observado al interior de los canales más importantes del segmento pero se ve con más fuerza en programaciones más jóvenes y de origen local. Es el caso de Paka Paka, que comenzó como una franja temática en Canal Encuentro y en 2010 se convirtió en una señal independiente por iniciativa del Estado a través del Ministerio de Educación.
Desde su lanzamiento, la grilla estuvo ocupada por contenidos didácticos con una narrativa atractiva y dinámica. Como sostiene el comunicólogo Roberto Samar, los contenidos de Paka Paka constituyen un ejemplo de que es posible contar con “producciones de alta calidad que respetan los derechos humanos, estimulan la creatividad e imaginación, promueven la diversidad, la inclusión y fundamentalmente no contienen publicidades; por lo cual no promueven la asociación de la felicidad con la posesión de objetos”.
En ese camino, especialmente con La Asombrosa Excursión de Zamba como ícono más representativo, la labor de la señal ha sido reconocida con nominaciones y distinciones en premios como los Emmy Kids Awards (Estados Unidos), Tal (Colombia), Prix Jeunesse (global), Martín Fierro al Cable, entre otros. Esto no resulta sorprendente, puesto que el personaje de Zamba, un niño formoseño de la escuela pública que viaja en el tiempo para presenciar los momentos más importantes de la historia argentina y latinoamericana, rompe esquemas y aporta condimentos de diversidad inéditos en la pantalla local.
Siesta Z y la literatura en primera persona
De los mismos creadores de Zamba, en 2016 la señal lanzó Siesta Z, una serie animada dedicada al mundo de la lectura, los sueños y un conjunto de obras clásicas llevadas con un estilo muy particular a la televisión. Esta vez, el rol protagónico es ocupado por una nena de seis años que ama leer. Sin embargo, tiene un problema para seguir las historias de corrido porque se queda dormida involuntariamente. Lo curioso es que una vez que está profundamente dormida, se traslada a los escenarios de sus personajes favoritos y se convierte en una protagonista más de tramas tan conocidas como Romeo y Julieta, Moby Dick, Drácula o La Divina Comedia.
Como rasgo distintivo, mientras que Zamba hacía las veces de acompañante y en ocasiones de entrevistador, Siesta tiene un rol más representativo y se ve envuelta en los conflictos internos de los personajes. Además, la estética en este caso es más estimulante con colores eléctricos, un poco parecidos al estilo de Cartoon Network, y el montaje es similar al de un videojuego.
Aunque no es la primera producción que apunta a involucrar a los niños y las niñas con el mundo de la literatura, este programa tiene varios condimentos que lo destacan del montón y apuntalan la buena acogida que ha tenido tanto en los hogares como en ámbitos educativos. Por un lado, la narrativa presenta elementos muy originales, comenzando por la calidad de las animaciones y también por la simpleza de los guiones. Tiene momentos de mucha acción, como cuando Siesta y Hamlet casi caen en la trampa que les tiende Claudio para evitar su asesinato, cuando está sola junto a David para enfrentar al temible Goliat o incluso aquella vez que ayuda a crear un monstruo horrible en la obra de Frankenstein.
Por otro lado, el hilo conductor de estas aventuras es el humor. Siesta es una niña muy divertida y dispuesta a enfrentar cualquier contratiempo con mucha soltura. Sin embargo, también es algo temperamental y cuando se siente frente a una injusticia corre por todos lados al grito de “¡venganza!”. De cualquier forma, se trata de un personaje muy diferente a las delicadas princesas u otras representaciones femeninas en roles secundarios o poco atractivos.
Además del contenido audiovisual, el universo de Siesta Z se ha expandido hacia los videojuegos, las aplicaciones interactivas, los cómics (disponibles en pakapaka.gob.ar) e incluso cuenta con su propia versión editorial. En la Feria del Libro Infantil de 2017, se presentó Romeo y Julieta, el primer libro de la colección temática del programa editado por Atlántida.
La serie, realizada por El Perro en la Luna y coproducida por Paka Paka, Señal Colombia y la TV pública de Ecuador, está disponible en sus países de origen y también a través de Internet en las webs institucionales. En la última edición de los Emmy Kids Awards, fue reconocida como finalista en la categoría Animación junto a otras producciones de Alemania, Reino Unido y Singapur.
Como alternativa al circuito de contenidos infantiles con sello norteamericano, Siesta Z es un buen ejemplo de que se pueden lograr contenidos atractivos con un trasfondo un tanto más apoyado en valores de la diversidad. Especialmente en el ámbito local y con calidad de exportación.
