Nota publicada en el diario Clarín el 7 de julio de 2004
Lula, contra las tarjetas de crédito
"Yo no entiendo. No termino de comprender cómo una persona que va al banco con una tarjeta de crédito puede sacar dinero sobre el que va a pagar 12% de interés por mes", dijo Lula ayer al participar de la conmemoración del Día Internacional del Cooperativismo. "Para mí, ni siquiera deberían ir (a los bancos). Si la gente no fuera, enseguida acabarían con eso", sostuvo el presidente.
Efectivamente, las tasas de interés cobradas por las entidades bancarias para créditos de poca monta o para refinanciar las tarjetas están entre las más altas del mundo. Pero el plástico es la forma que tienen los brasileños de renta media de financiar sus compras mensuales. También es el método elegido para salvar los agujeros presupuestarios domésticos que aparecen hacia el final de cada mes.
El presidente puso, tal vez sin proponérselo, el dedo en la llaga de la industria financiera brasileña. Es que los bancos fueron, en 2003, el sector económico de mayor rentabilidad. Al punto que varias entidades, entre ellas las más grandes del mercado, batieron récords de ganancias.
El líder socialista recomendó a los brasileños organizarse en cooperativas para salir de un sistema de crédito que "cobra tasas exorbitantes". De este modo
-agregó-, se crearía una sana competencia con las grandes instituciones bancarias que obligaría a bajar los intereses pagados por los clientes.
"Este movimiento (las cooperativas) promueve valores sociales que interesan a cualquier país, como la solidaridad y la inclusión social", afirmó Lula. Y destacó que por eso su gobierno está incentivando el cooperativismo, como forma de alentar las pequeñas economías domésticas.
Claudio Felisoni, de la consultora Provar, una firma especializada en encuestas sobre consumo, dijo que la reacción que hoy puede tener un consumidor, en cuanto a aumentar la intención de compra, está relacionada más con la estabilidad del escenario económico y con la previsión de que las tasas de interés no subirán antes que con el nivel que pueden alcanzar esos intereses. "Una variación de las tasas de interés hacia arriba ejerce mucha mayor influencia en la decisión de compra que si éstas están más o menos altas pero estables", señaló el experto.
Analizando la recuperación del consumo doméstico en Brasil, verificada en junio último, el experto dijo que esa mayor disposición a ir de compras tiene que ver con una demanda reprimida antes que con una mejora de la situación financiera de las familias. Según Felisoni, la mejora en los niveles de empleo y de renta "fue muy pequeña" como para alentar una demanda interna más dinámica.
Otro dato es el peso desigual de las tasas de interés en los bolsillos de la población. Influyen mucho más en la población con salarios de medios a bajos que entre los habitantes de alto nivel de ingresos. Lula señaló que "la creación de cooperativas es un antiguo sueño mío". Y se comprometió a realizar todo lo que fuera necesario para que se multipliquen las nuevas entidades crediticias.
