Con definiciones respecto a las prioridades del campo popular para la construcción de una sociedad más justa, la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) lanzó su Constituyente Social. Fueron dos jornadas de intensos debates con la participaron de más de 30 mil personas en representación de unas 700 organizaciones provenientes de todo el país.
Algunos de los temas señalados en las conclusiones de las comisiones fueron: distribución de la riqueza; ni un pibe con hambre; soberanía alimentaria; sistema de salud universal y público; educación universal; desaparición definitiva de las AFJP; derogar la ley de radiodifusión de la dictadura, entre otros.
"Esta Constituyente tiene una clara intención de participar, de compartir a partir de las coincidencias pero también de aquellas diferencias que exigen una discusión pero concreta", dijo Milagro Sala, referente de la Organización Social Barrial Tupac Amaru, durante el acto de bienvenida a los participantes.Víctor De Gennaro, secretario de Relaciones Institucionales de la CTA fue uno de los oradores en el multitudinario acto de cierre realizado en el estadio de La Tablada. "Queremos confiar, asumir la conciencia de nuestro propio poder que a pesar de que ellos tratan de quebrarnos, de mostrarnos solos o alentando secundarias divisiones, día a día se trabaja para construir un contrapoder popular. Más adelante señaló que "no se delegó la capacidad de construir nuestro propio poder. Eso es lo que vinimos a hacer a esta Constituyente: vernos, confiar. Estamos organizados en todo el país, desde nuestra historia hasta hoy.
Uno de los oradores principales en el cierre de la Constituyente Social fue el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, que enfatizó que la CTA debe ir "por la nacionalización, por la estatización del sistema jubilatorio de reparto que forma parte de una lucha histórica en la central de los trabajadores.