San Carlos Minas, Córdoba.- Los habitantes de esta pequeña localidad, cabecera del departamento Minas, se encuentran en un auténtico estado de debate público a partir del 14 de este mes ante la polémica desatada por el manejo de su entidad más relevante: la Cooperativa de Provisión de Electricidad y Servicios Públicos San Carlos Mina.
La institución cuenta con 850 usuarios que reciben la energía eléctrica, con un total de alrededor de mil asociados. También provee del fluido a los parajes rurales de Sierras de los Padres, Los Barriales, La Estancia de Guadalupe, Paso Grande, Piedras Anchas, Tailamí, La Argentina, Ojo de Agua y El Vallecito.
Además, presta servicios de sepelio y venta de gas natural en garrafas a sus asociados.
El presidente y síndico de la entidad, Cristian Frías y Fernando Heredia, respectivamente, en diálogo con este diario fijaron la posición del actual consejo de administración en relación a la asamblea anual ordinaria que se celebró el 14 de este mes y pasó a un cuarto intermedio, en medio de una serie de recriminaciones de la mayoría de los 221 socios que asistieron.
“La orden del día era la aprobación del balance 2006 anterior a nuestra gestión, la renovación de dos consejeros y la moción de agregar un nuevo integrante al consejo. Un grupo de socios intentó que se votara por la remoción total del consejo de administración y, en definitiva, se pasó a un cuarto intermedio para el 28 de este mes”, explicó Frías.
El síndico Heredia dispuso que, ese día, “asistirán veedores de la Dirección de Fomento, Cooperativas y Mutuales, para asegurar la total legalidad de la asamblea”.
En opinión de los vecinos “la entidad está politizada”, que es de manejo cerrado no participativo, que se encontraba en crisis en cuanto al desarrollo de las prestaciones y que estaban decididos a remover al consejo de administración en pleno.
“Esta gente debe irse, han politizado a la cooperativa. Es nuestra y son los vecinos los que deben manejarla como fue siempre, hacer que avance y no ser testigos de un estancamiento que la atrasa”, enfatizó el jubilado Mario Misiurik.
De igual opinión fue el vecino Roberto Sebrero: “Queremos una entidad que se ocupe de lo que se debe ocupar. Aquí hay un manejo prepotente, no se ocupan y en la próxima asamblea nos manifestaremos soberanamente, porque es nuestro derecho: que se vayan todos”.
