La actividad laboral se desenvuelve, actualmente, en una red de comunicaciones unificadas producto de la llegada de herramientas que han modificado nuestra relación con la información: el paso a la Web 2.0, el Big Data, la nube, la Internet de las cosas, los robots, la automatización, videos, plataformas colaborativas y otras tecnologías nos transforman. En esta mutación del mundo las fronteras dejan de existir.
Las nuevas actitudes que se desprenden de lo anterior tienen su efecto no solo en los trabajadores; también en las organizaciones deben adoptar ciertos cambios e incorporar las nuevas tecnologías en sus modus operandi.
Estamos conectados todo el tiempo porque, de algún modo, la esencia de estas herramientas es la posibilidad de interactuar con el resto de los usuarios, acortar distancias y facilitar tareas. Y esa es nuestra relación con la información, ser parte de ella.
En este sentido, el principio de la interconectividad no es únicamente el poder comandar y controlar todas las herramientas a nuestra disposición, sino también poder acceder a la “nube de datos” que es, prácticamente, “a donde está la información y se encuentra a disposición de las personas que la necesitan y puedan utilizarla”.
Lo anterior es, si se quiere, una situación ideal. Pero bien sabemos que el campo de acción nos enfrenta a otras realidades emergentes que hacen que cada territorio viva sus excepciones respecto a esta era globalizada. La profesión de la agronomía no escapa a estos pormenores.
Hay actividades que, para ejecutarlas, los Ingenieros Agrónomos requieren ineludiblemente de conectividad. Por ejemplo: la agricultura de precisión, la confección de la Receta Fitosanitaria On Line, las cartas de porte, trazabilidad de granos, relevamientos climáticos (que se hacen a través de una gran cantidad estaciones meteorológicas). A la par de estos requerimientos formales, se multiplica la aparición de nuevas aplicaciones móviles (app), útiles para potenciar el desarrollo del ejercicio profesional en el campo.
No obstante, hay una coincidencia respecto a que, en la provincia de Córdoba por lo menos, conviene resolver el hecho de que hay zonas en las que la señal telefónica deja mucho que desear. Algunos ingenieros agrónomos nos comentaron sus experiencias en el territorio: “Para trabajar se necesita el teléfono antes que nada, y hay lugares en los que la señal es nula, imposible. Respecto a la conectividad tenemos zonas sin cobertura 3G, todavía estamos en la tecnología anterior que es sumamente lenta. Te diría que solo te permite chequear correos, pero para bajar documentos o cartas de porte desde distintos sitios web, o realizar actividades que requieren algo más de complejidad, se reniega mucho”. (...) “Cuando uno se aleja un poco de las localidades grandes se pierde el acceso a datos. Hay muchas aplicaciones en el celular -algunas básicas como el google maps u otras que sirven para facilitar la tarea- y no se pueden utilizar. Si no se puede navegar en tiempo real, no se puede acceder a un montón de información que uno necesita para tomar decisiones a campo”.
Un caso muy actual que ilustra esta situación es el de la Receta Fitosanitaria On Line (RFO). Las últimas novedades indican que están desarrollando una App para esta actividad. Sin embargo, si hoy estuviera disponible esta aplicación para la elaboración de RFO en dispositivos móviles (celulares), no se podría usar en áreas donde falta la conexión a datos o no se cuenta con la velocidad de navegación suficiente.
Existe un consenso generalizado de que es imprescindible mejorar la infraestructura en un importante número de zonas geográficas.
Los interrogantes que se presentan son muchos. Se exige a la profesión agronómica estar a la altura de la Era Informática sin los elementos necesarios. Se demanda el cumplimiento de determinados pasos que respeten las normativas vigentes sin, primero, garantizar los servicios básicos que van a permitir funcionar de este modo.
En Córdoba, el Colegio de Ingenieros Agrónomos es receptor de los inconvenientes que los colegas están teniendo en este sentido. Es preciso que en campo existan condiciones mínimas de funcionamiento para que podamos aplicar a nuestro ejercicio profesional el potencial que nos brindan las nuevas tecnologías existentes.
CIAPC
