Manos Abiertas es una organización de inspiración cristiana. Sus actividades se realizan a través del trabajo voluntario buscando dignificar a quienes más lo necesitan.
La historia comienza en 1992, en la localidad bonaerense de Villa de Mayo. Allí, un grupo de amigos y voluntarios convocados por el sacerdote jesuita Ángel Rossi puso en marcha un proyecto solidario para asistir con ropa y alimentos a las familias necesitadas de la comunidad. La propuesta prendió y al poco tiempo nació esta organización sin fines de lucro que hoy cuenta con más de 9.800 voluntarios y beneficia a más de 8.300 personas en todo el país.
La inspiración y la mística de manos abiertas están tomadas de las obras de caridad de la Madre Teresa de Calculta y la de San Alberto Hurtado. Buscan “manifestar el amor más con gestos que con palabras”, a la manera de San Ignacio de Loyola.
El objetivo es claro: Mitigar las situaciones de pobreza y las carencias a través de obras y acciones centradas en la salud, la alimentación, la educación, la vivienda y todas las necesidades básicas de las personas. Con más de veinte años de trayectoria, la ONG ha desarrollado una extensa red nacional que incluye 8 delegaciones y 38 obras benéficas distribuidas en Buenos Aires, Córdoba, San Juan, Chaco, Entre Ríos, Salta, Mar del Plata y Jujuy.
“Manos Abiertas es un lugar donde se respira un ambiente de familia. Nuestro lema 'amar y servir' es una realidad que tiene fuerza de testimonio para nuestra gente y nuestra patria”, reflexionaba el Padre Ángel Rossi, asesor espiritual y fundador de la ONG.
Bajo el lema “Comunidad en servicio, que humaniza y dignifica”, se gestionan, entre otras cosas, hogares de alojamiento completo para niños, adolescentes y ancianos, y casas de cuidado paliativo para enfermos terminales. Además, posee varios Centros de Día/Noche a través de los cuales brinda asistencia sanitaria, atención social y educación formal en sectores vulnerables, y cuenta con grupos itinerantes de voluntarios que realizan diferentes actividades de apoyo a la comunidad.
Una intensa actividad en el interior
En la provincia de Córdoba se desarrollan distintos proyectos: la Casa de la Bondad, la Hospedería Padre Hurtado, que aloja a hombres en situación de calle, y el equipo Madre Teresa de Calcuta, que acompaña y visita a personas que padecen soledad, tratando de aliviar su dolor. El equipo Cura Brochero visita y acompaña a personas privadas de la libertad, dando apoyo y buscando motivarlas a descubrir su potencial.
"Hoy en día se necesita especialidad, excelencia en el servicio, pero sobre todo atendemos seres humanos, y lo que más necesita la gente es humanidad. Principalmente poniendo la mirada en la persona. No son casos, no son estadísticas, sino que atendemos cada vez más a la persona con su nombre, con su historia" sostiene el padre Rossi.
Por otro lado, el eje también se pone en el trabajo, por ello funcionan “escuelas de oficios” en Entre Ríos, en dónde se promueven actividades como la carpintería, herrería, huerta, apicultura, informática y se promueve el empleo en Salta mediante una “bolsa de trabajo”.
Luis Eduardo Zolezzi, presidente nacional de la organización, concluye: “Manos Abiertas es un lugar de esperanza, porque se vivencian valores, actitudes, ejemplos y se conocen personas que alegran el corazón y permiten creer en el ser humano y su futuro”.