Tras la decisión de quitar por tres meses el IVA a un grupo de productos de la canasta básica, las superficies comerciales debieron realizar cambios en su facturación para que el beneficio llegue al consumidor final. Diferente ha sido el impacto en los comercios pequeños donde la medida ha sido difícil de aplicar, ya sea por la informalidad o por el poco margen para sostener los precios.
En el caso de la Cooperativa Obrera, apenas estuvieron las especificaciones de los productos por parte de la Secretaría de Comercio, se procedió a modificar el sistema en las cajas registradoras de los supermercados, explicó el gerente de compras, Fernando Heredia.
“Nosotros tuvimos que reprogramar todas nuestras cajas y eso fue un trabajo que se hizo en 24 horas. Sobre todo hay que ser claro para que el consumidor pueda entender lo que está pasando porque esto sucedió en un momento de mucha incertidumbre en el país”, agregó.
En cuanto al impacto real de la medida, Heredia explicó que los consumidores de la Obrera notaron algunas bajas en los precios porque la cooperativa resolvió no aplicar el aumento de precios después de las PASO. “Como todos saben a partir del lunes 12 de agosto tuvimos, como en toda la Argentina, una llegada masiva de nuevas listas de precios y cambios de las condiciones generales. Nosotros decimos, a partir del stock que disponíamos más algo que nos podían dar los proveedores, aplicar los aumentos en etapas para que el consumidor pudiera adquirir los precios como venían más la quita del IVA”.
De todos modos, agregó Heredia, “todo proceso devaluatorio trae un aumento de precios y nosotros lo vamos a trasladar tarde o temprano”.
Cambios en el consumo
El consumo es una de las principales variables donde se puede analizar la situación económica de una sociedad y las superficies de venta de productos alimenticios y otros básicos son un termómetro central. “Si bien nuestros supermercados son chicos y se caracterizan por estar cerca de la gente, hemos notados cambios en lo que se compra”, señalan desde la Cooperativa Obrera. La primera modificación se dio en el paso de marcas líderes dentro de la canasta básica a otras de menor valor y desde mayo también se evidenció una disminución general del consumo. “La gente hace compras más chicas, cada vez más reiteradas y de productos cada vez más básicos”, describe Heredia.
Otra señal de estos tiempos difíciles puede verse también en los retornos de interés de capital de la entidad que el asociado puede retirar o capitalizar. Como todos los años, la asamblea general de la cooperativa resolvió devolver excedentes a los casi dos millones de asociados que tiene la Cooperativa Obrera. “Se repartirán cerca de 526 millones de pesos, a partir del primero de agosto, y el asociado decide si retira o no ese excedente cuando pasa por la caja como descuento de sus compras”. Según indicó el gerente, este año se observa un mayor retiro que se asocia a la situación económica particular, “Tal vez en otras épocas deciden dejarlo. Pero eso hace a nuestra esencia cooperativa”.