Cerraron los talleres de la escuela cooperativa de Unquillo

20-12-2016

Acompañados por familiares y amigos, los alumnos de los talleres de moldería industrial, soldadura de piezas metálicas y computación que se dictaron en la Escuela de Artes y Oficios de la cooperativa, exhibieron sus trabajos.

La exposición es un momento especial porque es la posibilidad de mostrar y socializar lo aprendido durante las capacitaciones a lo largo del año. La alegría de haber cumplido con los desafíos personales, el orgullo de lo aprendido y las nuevas amistades fueron las cosas que destacaron los alumnos.

Graciela Moyano es enfermera en un geriátrico donde se encarga del área de personal y fue una de las asistentes al taller de computación. “No conocía nada de cómo se manejaban estos programas. Me ayudó mucho con mi trabajo y ahora ya puedo organizar las planillas del personal. Fue fabuloso. Estoy muy agradecida”.

El taller de soldadura en piezas metálicas se lució con los trabajos presentados por los alumnos. Pablo Barrionuevo se llevó, sin duda, toda la admiración por sus trabajos. Plomero y gasista de profesión, vino al taller motivado por una pasión. “Vine a aprender a soldar porque me gusta mucho”. Julio Batistuta (33 años) trabaja en relación de dependencia pero ya está animándose con el oficio de herrero. “No tenía la menor idea de cómo se usaba una máquina, de cómo soldar, ni doblar un hierro. Me llamó la atención lo que cada uno es capaz de hacer con sus propias manos y la imaginación”.

El curso de moldería industrial, uno de los más concurridos, también desplegó en la muestra todo lo aprendido en el año. Como una ciencia exacta, trazar prendas en papel para luego plasmarlas en una tela requiere precisión y paciencia. Aunque la profesora Josefina parece hacerlo todo más simple, cuentan sus alumnos.

A Viviana Mildner el taller de moldería le aporto “más seguridad a la hora de cortar las prendas, más allá de lo que sabía “, dijo. Para Nora Márquez, el aprendizaje es una oportunidad laboral. “Antes cosía desarmando prendas y ahora lo puedo hacer a partir de los moldes y tomando las medidas”. Otra de las flamantes alumnas, Patricia Vallejos, contó que ocasionalmente cosía prendas pero que el taller le permitió pensar en una línea de ropa deportiva. “Me gustaría hacerme de un stock y no tanto trabajar a medida. Voy a empezar con mis hijos que viven haciendo deportes”. Patricia valoró la posibilidad de una capacitación gratuita, ya que en otras oportunidades inició cursos que no pudo terminar por falta de recursos económicos.

Las capacitaciones en la Escuela de Artes y Oficios Félix Aminio se llevan adelante con el apoyo del Centro de Capacitación (Ceder), de la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo del Gobierno de Córdoba. Marcelo Ferrero señaló que “El objetivo central de los talleres es tratar de capacitar a las personas que necesitan conseguir empleo o a quienes necesitan adquirir nuevos conocimientos para mejorar su empleabilidad”. En relación a la muestra, destacó que “es gratificante ver los trabajo de los alumnos. Este es un año más de los muchos que venimos trabajando con la cooperativa de Unquillo y esperamos continuar.”, expresó el representante del Ceder.

Al cierre de la muestra los egresaron recibieron el certificado que acredita la capacitación. Los mismos fueron entregados por el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Raúl Hoya, acompañado por el secretario Paul Jackson, junto a la profesora Susana Oviedo, consejera y responsable de la Escuela. Hoya destacó el esfuerzo colectivo de alumnos, docentes y del personal que trabaja a diario en la Escuela y ratificó el compromiso de la entidad con la educación y la formación en oficios.

Desde hace 11 años, la Cooperativa de Unquillo-Mendiolaza sostiene con gran esfuerzo este espacio de formación abierto a la comunidad.

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