Un poste de cemento que sostiene un tendido eléctrico o una red de comunicaciones pesa entre 700 y 800 kilos; lo cual demanda una importante estructura para su manipulación y transporte. Pensando en dar una solución a esta situación, la cooperativa de Caroya comenzó a reemplazar parte de la producción de su tradicional fábrica de postes de hormigón por fibra de vidrio, una material liviano pero con las condiciones de durabilidad y resistencia similares al cemento, explicó el gerente de la entidad Javier Foresi.
“Cada poste de fibra de vidrio pesa 60 o 70 kilos”, apenas el 10 por ciento que uno de hormigón, por lo tanto la principal ventaja se da en la facilidades que se obtienen en la logística, en el traslado y en el montaje de las redes.
Foresi asegura que el nuevo producto ha superado positivamente las pruebas de resistencia y durabilidad y presenta características muy similares a las de una columna de cemento.
En esta etapa de producción inicial las columnas de fibra de vidrio son para uso propio, pero el objetivo es ampliar la comercialización a otras cooperativas que las demanden.
“Estamos muy esperanzados con este emprendimiento básicamente por todo lo que significa el ahorro en la construcción de redes, tanto eléctricas como de telecomunicaciones”, afirmaron desde la entidad.
La tecnología incorporada proviene de Brasil y demandó una inversión cercana a los 400 mil dólares que se alcanzó con fondos propios y financiamiento bancario. La maquinaria se instaló en un galpón construido especialmente y se capacitó al personal de la fábrica de postes de hormigón. En condiciones óptimas de producción "se fabrican 12 postes diarios".
Se trata de la primera cooperativa en el país que incorporar esta tecnología.
