Capioví, localidad, que se encuentra en el área de concesión de la cooperativa de Puerto Rico, lleva adelante esta original iniciativa en la que un grupo de voluntarios se reúne durante el año en un taller para preparar los adornos navideños.
Se trata de alrededor de 70 vecinos que concurren al taller y otros cincuenta trabajan en sus domicilios, repartiéndose las tareas de un equipo que se fue afianzando y perfeccionando con el correr del tiempo. Los adornos, que en cada edición se renuevan, son hechos con envases descartables reciclados y reutilizados.
Los vecinos recogen las botellas plásticas de fiestas familiares, eventos deportivos, conmemoraciones escolares y los colocan en comercios, donde tienen un espacio destinado para su reciclaje. Se usa todo: tapitas, las bolitas de los desodorantes, bidones, botellas, la parte interior plateada de las cajas de leche en polvo, bandejas de telgopor, sachet, envases plásticos de cosmética y otras tantas cosas que antes de ésta iniciativa sólo aumentaban los volúmenes de la basura domiciliaria. En los cinco años que lleva ésta actividad, se reciclaron 45.000 botellas, (20.000 solamente este año) a lo que se le suman cientos de metros de alambre, litros de pintura, hierro y maderas que se utilizan para el montaje.
