El proyecto, que fue anunciado en la revista Science, permitirá a las universidades compartir información sobre cultivos modificados con investigadores internacionales y gobiernos.
Durante años, países en desarrollo e investigadores han señalado que el pago de las licencias necesarias constituye una barrera para expandir el uso de productos y cultivos genéticamente modificados en áreas afectadas por mal clima o terrenos infértiles.
El esfuerzo, encabezado por las fundaciones Rockefeller y McKnight y por universidades estatales agrarias desde California hasta la Florida, "provee un mecanismo para que los investigadores en países en desarrollo como Nigeria y Ghana, Kenia o Etiopia tengan acceso a tecnología en el sector público.
Información extraída de cnnenespanol.com