En 2018 Cegro comenzó a trabajar en la elaboración del balance social, una herramienta que aporta información social y económica sobre la entidad en relación al medio donde se llevan adelante los servicios. Lo que la Alianza Cooperativa Internacional denomina Valor Agregado Cooperativo (VAC), permite ponerle "valor" a esa incidencia y desarrollar en consecuencia una serie de acciones y planes para mejorar aspectos de contenido social.
En el caso de la cooperativa cordobesa, el balance social presentado este año en la asamblea general arrojó como valor $ 368.405.840, que corresponde al período 2022. "Este valor antes no se media y ahora nos muestra la magnitud que tiene la entidad cooperativa en la comunidad que desarrolla sus actividades", explican desde la cooperativa.
El armado del balance social permite principalmente "elaborar un plan de acción para mejorar y reforzar cada uno de los principios cooperativos", explica María José Echaniz, licenciada en Administración y responsable de la implementación de esta herramienta en la cooperativa de General Roca.
En su rol de asesora, Echaniz coordina un equipo interdisciplinario dentro de la cooperativa integrado por miembros del consejo y del área administrativa para la implementación del balance social, que luego se presenta al Consejo para su aprobación y exposición final en la asamblea general anual.
Esta herramienta es esencialmente una instancia de autoevaluación de la gestión social que permite detectar fortalezas y debilidades de la organización para elaborar un plan de mejoras. En el caso de Cegro, algunos de los ejes que se identificaron a partir de la implementación del balance social permitirán trabajar en diferentes perspectivas y aspectos como la vinculación interinstitucional, con los asociados y las asociadas, la demanda de capacitaciones y educación.