Cinco delincuentes armados y con el rostro cubierto llevaron a cabo un asalto comando en el edificio de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Pergamino (Celp). Los malvivientes accedieron a las instalaciones tras reducir a un encargado del área de seguridad, neutralizaron a tres empleados que estaban de guardia y mientras uno de ellos los vigilaba los otros cuatro se dirigieron a la oficina donde se encontraba la caja fuerte.
En Pergamino los robos a mano armada son cosa de todos los días. Frecuentemente los asaltos a comercios, viviendas particulares y transeúntes figuran como titulares en todos los medios, pero los atracos planificados como el que se registró en la madrugada del lunes en la sede de la Celp son muy pocos. En este caso los autores del hecho hicieron una tarea de inteligencia previa y dieron un golpe preciso. Utilizaron cascos, capuchas y guantes para evitar ser identificados, trabajaron con tranquilidad durante más de media hora y finalmente escaparon con el dinero en efectivo.
El golpe. El reloj de una de las cámaras de seguridad de la Cooperativa Eléctrica que registró el ingreso de los delincuentes marcaba las 3:22. Segundos antes un sujeto se aproximó a la garita de seguridad y le manifestó al guardia que iba a hacer un reclamo, pero cuando éste abrió la puerta, el individuo le aplicó un puñetazo en el estómago que lo hizo caer al piso. Inmediatamente otros cuatro malvivientes entraron a las instalaciones y se dirigieron a la parte central del edificio, donde redujeron a tres empleados que estaban de guardia. Las cuatro víctimas fueron atadas de pies y manos y quedaron vigiladas por uno de los asaltantes, mientras el resto de los delincuentes continuó con el plan delictivo. Evidentemente los asaltantes sabían que el efectivo estaba guardado en una caja fuerte y llevaron consigo varias herramientas. Trabajaron cerca de media hora con taladros y amoladoras hasta que consiguieron abrir la caja y se apoderaron del botín, cuyo monto rondaba los 71.000 pesos, indicó una fuente judicial consultada por el diario La Opinión. Con el dinero en su poder, los ladrones emprendieron la retirada, dejando a los empleados atados dentro de una de las oficinas. Luego de permanecer varios minutos en silencio las víctimas se dieron cuenta que estaban solos y pudieron desatarse.
