Agua: las tarifas estacionales se imponen para cuidar el consumo

18-01-2011

Córdoba. El sistema de provisión de agua en Villa Huidobro, al sur de Córdoba,  depende de una pequeña reserva hídrica natural, ubicada a 10 kilómetros del pueblo, que los especialistas denominan “aguas de médanos”. Éstas son la consecuencia del agua de lluvia retenida en el subsuelo en una especie de palangana gigante. La sensibilidad del sistema, a merced de las precipitaciones de la región, demanda el uso del agua bajo ciertas condiciones como su utilización medida y racional. “El agua se extrae con mucha precaución en cantidades chicas y obviamente llega al pueblo una cantidad limitada.”, explicó a Sitiocooperativo el responsable del servicio en la Cooperativa de Villa Huidobro, ingeniero Julio Allais.

De esta manera se ha venido realizando desde hace 10 años la prestación del servicio de agua por parte de la Cooperativa de Electricidad Villa Huidobro Limitada. Pero en los últimos años, la población ha experimentado problemas en la provisión del servicio en la temporada estival,  que obedecen al uso irracional del agua por el llenado de piletas y el riego indiscriminado. “Estas conductas ponen en riesgo el suministro satisfactorio a la población entera”, explica Allais. “La recarga de piletas de material y en especial las de lona porque se vacían con mayor frecuencia y se les hace nulo tratamiento, nos afectan sensiblemente”.

Como respuesta a esto, además de impulsar la toma de conciencia en el uso del agua, la cooperativa ha implementado una tarifa que castiga el derroche que “deberemos reconsiderar cada vez que nos acerquemos a los límites que la naturaleza nos ha impuesto”, formula el responsable del servicio. En este momento la tarifa estacional se activa automáticamente entre noviembre y febrero al superar los 30 metros cúbicos por mes, “variable y escalonada en función del consumo”, explican desde la entidad. En todos los casos, la facturación es sobre el agua corriente y no sobre la potable que se entrega regularmente y sin costo para los usuarios a través del sistema de doble cañería de la red.

El consumo consciente es fundamental para el equilibrio del sistema pero en algunas ocasiones los usuarios optan por pagar el uso excesivo en vez de cuidar el agua. En este caso - dice Allais -  “entramos en un problema bastante complejo de resolver, nos ocurre y obviamente es un problema de conciencia. Hasta que no solucionemos esto y se comprenda nuestra realidad, siempre hay alguien que tiene disponibilidad para pagar”.

El panorama regional, sin fuentes de agua cercanas, señala que no hay posibilidades de extraer agua más que de manera subterránea. Hasta que políticamente algún gobierno decida llevar un acueducto desde un lugar lejano “esta es la única reserva y hay que cuidarla”, explica el ingeniero.

 

Apelar a la conciencia. Antes de tener agua por redes, los pobladores se abastecían del agua de lluvia almacenada en aljibes  o de perforaciones. Este sistema de escasez natural genero en la población un hábito de consumo medido que se refleja en la actualidad -  explica Allais -  pero “las excepciones a estas buenas conductas”, afectan el sistema. El recurso no es ilimitado y el uso racional del agua es estrictamente un problema de conciencia humana.

Por lo tanto, los especialistas recomiendan utilizar los antiguos sistemas de almacenamiento de agua que muchos conservan en sus patios para llenar natatorios o regar y ahorrar así agua de red.

Doble cañería.  Los 1.400 usuarios que hoy tiene la cooperativa en el servicio de agua (un 90 por ciento de la población) poseen en su hogar un doble sistema de caños por donde van el agua potable y corriente de manera separada. Esto permite cuidar el recurso y potabilizar solo el “10 % para consumo humano”.

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