Agua: 'Las reservas están por debajo de los promedios históricos”

15-02-2011

La región de las Sierras Chicas, en la provincia de Córdoba, atraviesa una fuerte crisis hídrica que se ha tornado crónica en los últimos años. La situación obliga a los prestadores del servicio de agua potable, en su mayor número cooperativas, a realizar grandes esfuerzos para llegar con el servicio a los usuarios. Entre las medidas tomadas, en los últimos dos años se ha implementado un restrictivo calendario de cortes programados que obliga a los usuarios a tener un uso racional del agua.

El presidente de la entidad, Raúl Hoya, recibió a Sitiocooperativo en su despacho para contarnos sobre este problema y cómo la crisis ha postergado proyectos de la entidad.

 

¿Cómo los ha encontrado ahora el tema del agua que en esta zona es un punto crítico?

Este verano llegamos en mejores condiciones que el pasado producto de un plan de ahorro en el consumo que fue muy difundido por la crisis que tuvimos que nos obligó a restringir el servicio dos veces por semana. A eso le sumamos la implementación de una tarifa progresiva, donde el m2 es más caro a medida que sube el nivel de consumo, de esta manera se logró hacer un ahorro del 25% y eso nos permitió que el lago no se siguiera deteriorando.

¿Uds. toman el agua del dique La Quebrada y también, con las nuevas obras,  reciben de la planta de La Calera (dique San Roque)?

También esto contribuyó a mejorar la situación de alguna manera, pero no en la medida que era necesario porque la obra de La Calera debería estar abasteciendo todo el consumo de Unquillo-Mendiolaza y lamentablemente por inconvenientes técnicos, operativos y de manejo del propio sistema no se ha podido lograr todavía y esto no nos permitió recuperar el dique La Quebrada todo lo que hubiéramos querido.

A esto que la planta de La Calera no nos dio todas las soluciones que esperábamos hay que sumarle que venimos en diciembre y enero muy mal con el régimen de lluvia que ha sido muy por debajo de la media habitual y eso ha hecho que hoy el dique esté unos siete metros por debajo de la cota máxima. Nos ha empezado a preocupar de nuevo porque ya hemos pasado los dos meses de más lluvia y las reservas están por debajo de los promedios históricos por lo cual esto nos hace pensar que si no se revierte ahora en febrero vamos a ver qué situación se nos presenta.

 

¿Han continuado con los cortes programados?

Sí, pero no se han sentido porque los redujimos a 12 horas y en general la gente se ha concientizado con la problemática. De todos modos han servido para aquellos que se olvidan del problema y de pronto gastan irresponsablemente y se queden sin agua.

Además del consumo racional del agua como uno de los puntos centrales ¿Qué otra posible solución tendría este problema en la región?

En toda la provincia y en particular en las Sierras Chicas la cultura del cuidado del agua tiene que ser de todos los días. Ya en la zona vive más gente que lo que los recursos propios  permiten atender, entonces ya dependemos de que venga agua de otra cuenca. Esta es precisamente la del San Roque que todos sabemos que también tiene su futuro comprometido porque abastece a la ciudad de Córdoba.

Y la solución tiene que ver con una serie de decisiones políticas y técnicas. Por ejemplo, no se concibe que la ciudad de Córdoba siga con un servicio no medido. Esto de que van a avanzar con los medidores tiene una proyección de varios años y parece inaceptable. Está totalmente comprobado que donde hay servicio medido el consumo es muchísimo menos, por mitades estamos hablando.

Y después para la zona nuestra el funcionamiento a pleno de la planta de La Calera  es la solución para algunos años y espero que se resuelva pronto. En esto tienen que participar la Dipas y los intendentes activamente. Lamentablemente se dilató en el tiempo y nos agarró un verano más sin poder aprovechar ese recurso al 100%.

En Salsipuedes - una población de las Sierras Chicas donde el problema del agua es severo – el servicio de agua es municipal,  a diferencia de las otras localidades  donde es cooperativo. ¿Esto también ha incidido en la grave situación que tienen?

Yo creo que definitivamente tiene que ver porque ha sido un servicio que ha estado muchísimos años sin inversiones. Esa localidad ha crecido como todas las de la zona y ha disparado una problemática que tiene un horizonte de solución bastante complicado porque se habla de obras de infraestructura importantísimas, con valores de financiamiento fuera del alcance local. Y por otro lado es una muestra más que los servicios no medidos son insostenibles.

¿Y cómo es la calidad del agua?

El agua es apta para consumo y si no lo fuera deberíamos alertar a la población. Lo que sí es de público conocimiento es el mal olor y sabor cuando recibimos agua de La Calera, pero el agua es apta para la salud.

¿Esta crisis los obliga también a postergar otros proyectos como el de internet y telefonía fija?

Ese proyecto fue mutando a partir de que la telefonía fija dejaba de ser negocio, mejor dicho a partir de las grandes inversiones que había que hacer. Y fue quedando el tema de internet pero la crisis hídrica no obligó a abocarnos de lleno a solucionar el problema del agua. Después también la internet celular nos frenó un poco porque no sabíamos que iba a pasar. Ahora tenemos un problema técnico porque tenemos un lugar físico donde instalar la antena para tener conexión con Córdoba, de donde traeríamos el ancho de banda, con problemas relacionados con una discusión con ambientalistas porque en el lugar ya hay dos antenas de telefonía celular, en fin. Como ese tema no se ha resuelto desde lo legal no hemos podido avanzar con esto. De todos modos lo estamos retomando en estos días.

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