Como cada año, la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y las Naciones Unidas definen el tema para celebrar el Día Internacional de Cooperativismo, el prirmer sábado de julio. Este año, la consigna es hablar de equidad como contrapartida a las desigualdades que nos impone un mundo cada vez más globalizado.
En el abanico de contrastes que habitamos, una acción como la que proponen los chicos que integran los grupos solidarios cooperativos nos hace pensar en los opuestos, en las distancias, en los olvidos y en los descuidos.
El grupo de Jóvenes Solidarios de la Federación Argentina de Cooperativa de Electricidad (Face) convocó a sus pares a organizar actividades para conmemorar el día del cooperativismo y como punto en común todos realizarán una colecta para el paraje Las Viboritas.
Juntar útiles escolares y comida para gente que vive con lo puesto es un comienzo que incluso podría tildarse de caridad. Pero creo que es necesario correrse de ese rótulo para no desdibujar el trabajo y el compromiso de los chicos.
Pensar esta acción conjunta como una actividad de impacto directo sobre las personas que habitan en este paraje santiagueño, o de cualquier otro rincón olvidado de nuestro país, es una manera de solidaridad, de entender al otro y de tenderle una mano.
Seguramente hoy muchos se están enterando de que Las Viboritas es un paraje santiagueño, ubicado a 28 km de Villa Unión y a 42 km de Argentina (Santiago del Estero, Argentina). Que hay allí una escuela, la Nº 426, con 17 estudiantes donde no llega la red eléctrica, sin agua potable ni puesto sanitario cercano. Cualquiera que se enferme debe trasladarse 30 kilómetros hasta una sala de primeros auxilios con un médico que va una vez a la semana. El hospital más cercano está a 100 kilómetros, en la ciudad de Pinto.
Los chicos desayunan y almuerzan en la escuela donde se cocina con lo poco que se tiene a mano. La heladera a gas no alcanza para almacenar los alimentos que deben prepararse a diario. Con una pequeña huerta, que sólo sobrevive en épocas de lluvia, se proveen también de alimentos para cocinar. Hoy, paradójicamente, gran parte de la zona está aislada por el desborde los ríos.
Del aporte oficial llegan a la escuela $3 diarios por niño para comida e higiene. Saque sus conclusiones.
Con toda certeza, la acción que llevan adelante los Jóvenes Solidarios no terminará con la entrega de lo recaudado y permitirá ir tejiendo otras redes que permitan acercarse a lo que este año se pretende poner en tema: la equidad.
En esta instancia, todo lo reunido en la colecta será acopiará en la localidad de Oliva (Córdoba) desde donde se trasladará hasta Selva, (Santiago del Estero) y desde ahí hasta la escuela de Las Viboritas.
