Abril es un mes especial en la localidad de Mercedes, al noreste de Buenos Aires. Es que durante dos días, el parque municipal rebalsa de gente que se acerca para participar de una fiesta muy característica, que este año celebra sus 16º ediciones. “El espíritu fue desde siempre homenajear a nuestros héroes de Malvinas. El festejo se realiza durante el fin de semana, desde el mediodía hasta el anochecer. Se instala un escenario donde el protagonista es el folclore a través de la música, el canto y el baile”, explica Enrique Núñez, de la Comisión de Agrupaciones Gauchas que organiza esta fiesta junto a la Municipalidad local.
En el predio hay puestos de artesanos y cantinas, pero los que se llevan todas las miradas son los 25 stands que participan del concurso de “La mejor torta frita”, todos instalados por mercedinos que hacen de este producto su especialidad. En el concurso la evaluación es rigurosa. Durante las dos jornadas, un jurado de 5 personas hace tres pasadas por puesto para evaluar calidad, color, tipicidad y tamaño. El último día se anuncia el ganador y es muy especial, porque quienes acompañan a la tortera triunfadora saltan en el stand y comienzan a los gritos. Para ellos es un honor lograr el mayor premio”.
Una torta frita gigante
Sin lugar a dudas, el momento más esperado de cada una de las jornadas y lo que le da una identidad particular a este festejo, es el instante en el que una torta frita gigante se alza sobre la mirada atónita de los presentes. “Fue durante tres años consecutivos fue la más grande del mundo, ahora sigue siendo la más grande del país. Se prepara a la tardecita y luego es repartida gratuitamente entre los presentes”.
Para esto, ocho personas amasan más de 60 kilos de masa que dejan lista en sólo media hora. “La hacemos en una mesa que tiene 3,50m x 3,50m. Cuando está amasada se deposita en una parrilla donde se ata bien con alambre, se sumerge en el disco y ahí viene la ovación de la gente. Se cocina en grasa y a leña. Es muy lindo, pero hay que estar ahí y pasar los nervios, sobre todo los que estamos en la organización, cuando la tenemos que sacar, esperando que no se rompa... hay que estar”, explica Enrique.
Con sello mercedino
“Los orígenes de la torta frita vienen del extranjero, de la mano de los primeros inmigrantes. Después se arraigó y se hizo fuerte en nuestro país. Digo siempre que está muy ligada al hombre de campo, que aprovechaba los días de lluvia y mientras el gaucho hacía los trabajos en el galpón, la china le cebaba unos mates con torta frita. Tratamos de seguir la tradición, acá la torta frita está muy arraigada en las panaderías locales, la gente se compenetró mucho en revalorizar este producto”, explicó Leandro López, secretario de turismo local.