¡A PROBAR LA CARBONADA!

14-01-2016

Desde hace 16 años, un día de febrero, las calles de esta localidad de poco más de 800 habitantes se llenan. El epicentro es la Plaza Centenario, típica plaza de pueblo, que muda sus formas para la ocasión. En ella se instala el escenario, stands, mesas y sillas para esperar a alrededor de 1300 personas que se acercan para el festejo.

Una comisión de cultura local integrada por 12 personas es la que organiza este evento y que junto a otros voluntarios son los que le dan vida a este festejo.

Hay artesanos, cantina y stands gastronómicos. “La fiesta es muy linda, porque la gente nos apoya mucho. Siempre superamos los mil espectadores, que para nuestro pueblo es un número interesante. Hay un proyecto para que se declare fiesta provincial”, explica Carmen Trech, integrante de la comisión organizadora que junto a un grupo tiene la gran responsabilidad de preparar la carbonada.

Si bien hay espectáculos folclóricos (este año estarán los Cuatro de Córdoba), humoristas, artistas locales y un baile popular finalizando la noche, la protagonista indiscutida es la carbonada, cuyas porciones cuidadosamente servidas en bandeja `desaparece´.

Nunca sobró carbonada. “Es lo que más llama la atención. La gente se acerca, saca fotos a la preparación y a los cocineros, nos preguntan la receta”, comenta Carmen.

La comida en cuestión lleva, entre otras cosas, carne, cebolla, morrón, batata, arveja, choclo, zapallo y arroz. “Siempre digo que la vedette de esta comida es el durazno al natural que le agregamos al terminar la cocción. Se mezcla al final con el jugo y le da un toque especial, queda muy rico. Se vende en bandejitas de alrededor de 300grs y la gente siempre nos dice `está más rica que el año pasado´, y nos reímos porque los ingredientes son siempre los mismos”, comenta Carmen entre risas.

La semana anterior a la fiesta ya se observa movimiento en este pequeño pueblo, para ir dejando todo listo para el sábado de la fiesta. “Nosotros empezamos el trabajo el viernes, nos gusta todo bien fresco. Cortamos y pelamos las verduras, que ponemos en recipientes con agua hasta el otro día, cuando cargamos todo y lo trasladamos al playón”.

La fiesta del pueblo

La fiesta de la carbonada nació bajo el impulso del profesor Claudio Zeballos, de la peña Huayra Mulloj. “Era un festejo muy chiquito. La primera vez se hizo con grupos folclóricos locales. Después se fue expandiendo al contar con apoyo municipal y tuvimos la buena suerte de convocar a artistas importantes”, explica Carmen.

Eran 200 las porciones de carbonada que hacían al principio y de a poco fueron creciendo hasta llegar a cocinar actualmente dos ollas, para 700 u 800 porciones.

Un festejo que comenzó como algo casi doméstico, propio del lugar, hoy lo traspasa, recibiendo a visitantes y convirtiéndose en la fiesta más concurrida y esperada por la comunidad. No queda otra que llegarse y probar la famosa carbonada de Espartillar.

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