El proyecto que remplazó a la Ley de Radiodifusión (22.285) de la dictadura fue enviado al Congreso por el Ejecutivo en agosto de 2009, luego de haber sido debatido en 24 foros en distintos puntos del país.
En diálogo con COLSECOR noticias, el investigador y periodista Martín Becerra resaltó la “intensa discusión” y la participación que se vivió durante los foros como un signo de “madurez democrática de la sociedad”. También dijo que la estructura de la propiedad de los medios concentrados “no se ha modificado hasta ahora”, pero esto no significa “que no se pueda hacer en el futuro”.
- La Ley de SCA puso en discusión, ante la ciudadanía, los intereses económicos que persiguen los poderes concentrados mediáticos ¿Qué crees al respecto?
- Esto que vos resaltas como un efecto muy positivo no se debe a la ley de SCA sino al debate previo. El saldo para mí de ese proceso, que es inédito en Argentina, ocurrió entre 2008 y fines de 2009. Fue de una discusión muy intensa sobre muchos temas, entre otros el rol de los medios de comunicación. Para los que estamos en la disciplina académica o profesional, en el caso de los periodistas, discutir sobre los medios no era nuevo, pero sí para la sociedad. Sobre todo fue muy novedoso para la clase política que era muy timorata para verbalizar públicamente las cuestiones de los medios. Era un tema tabú porque tenían “el castigo” de los medios si se tematizaba. Tampoco era nada común que los medios hablasen sobre los medios. Yo creo que es un saldo de mucha madurez más allá que la forma en la que se debate, desde mi punto de vista, todavía necesita un largo caminar. Pero una cosa son las formas y otra es el hecho que comparto con lo que señalas, que es un tema inédito que forma parte de la madurez democrática de la sociedad el que no haya temas tabú.
- ¿Qué cosas deberían cambiar en cuanto a las formas?
- Creo que en los medios, tanto desde la oposición como desde el oficialismo, se discute con una forma tan básica, esquemática y simplificadora. No veo en ninguna de estas dos campanas que le den cabida a los que son distintos, lo cual revela una gran inseguridad. Vos fíjate que cuando uno no es capaz de darle vos a los que no piensan como uno, eso denota una enorme inseguridad del propio argumento. Sería mucho más inteligente si en lugar de poner una campana que dice exactamente lo mismo que hace 3 años pudiera contener y darle discusión con argumentos a posiciones que no son la propia en lugar de expulsarlas. Lo mismo diría de los medios comerciales.
¿Se está viviendo una suerte de blanco o negro?
Claro. Por ejemplo la ley de medios, que es un tema que en lo personal conozco mucho, no es blanco o negro. ¿Me explico? Hay malos de todos los lados y hay buenos, no sé si buenos de todos los lados, pero malos hay seguro. La simplificación tan elemental que se realiza por parte de los medios a veces no contribuye a formar una opinión madura por parte de quienes escuchamos esas versiones. En el caso de la ley de medios me consta que hay problemas de todos lados, que hay resignación de principios de parte de todos los sectores involucrados, que hay demoras inexplicables como bien señaló la Corte de parte de todos los actores de este debate. Y cuando uno escucha a los medios, por un lado está la condena porque esto “avasalla la libertad de expresión”, etc., etc.; y por el otro lado, que “estamos en un escenario de democratización inédito en la historia de la humanidad” y tampoco se ve.
¿Ha cambiado realmente el mapa de los medios concentrados con la sanción de la ley de SCA?
La respuesta a la pregunta textual es no. Esto significa que la ley, como diría Lanata, “fue hecha por académicos y no se puede concretar”, tampoco. Que no se haya modificado la estructura de la propiedad de medios hasta ahora no significa que no se pueda hacer en el futuro. Ahora, para que se pueda concretar se necesita un compromiso con la concreción de la ley que yo hasta hoy no he visto.
¿De parte de quiénes?
Primero del Poder Ejecutivo Nacional. En segundo lugar de las fuerzas de la oposición, que tienen representación parlamentaria. En tercer lugar de parte de la Justicia y por último te diría de los actores del mercado existente que han resistido el establecimiento de las reglas de juego.