¿Cómo describirías a la nueva formación de la banda de Lito Vitale?
-Bueno, los músicos de esta nueva formación son bastante jóvenes y aportan un estilo particular. Por otro lado, las nuevas composiciones tienen cierto toque tanguero que no tenían mis grupos anteriores. Me parece que se trata de un grupo popular de música instrumental que recién empieza, pero que puede ser una buena cosa.
-¿En cuánto a lo tanguero, hay cierto resabio de lo que venían haciendo con Baglietto?
-No, porque lo que hacíamos con Juan era versionar viejos clásicos del tango, ahora lo que hago es componer, por eso se trata de una experiencia bien distinta de lo que hacíamos con Juan.
-¿Qué ha quedado de la experiencia de haber trabajado más de cinco años con Baglietto?
-Bueno, nosotros somos amigos de hace años y seguimos siendo amigos. La amistad se ha fortalecido. Decidimos separarnos por la necesidad de hacer cosas distintas, el está haciendo un musical en Buenos Aires y yo estoy haciendo esto, además de otros trabajos como música incidental y esas cosas. Pero me quedan muy buenos recuerdos de cinco años de laburo que, por suerte, vivimos con gran éxito; aún queda la posibilidad de que en algún momento de nuestras vidas volvamos a tocar juntos.
-En algún momento priorizaste la necesidad de recuperar cierta música del interior que no tenía lugar en grandes sellos ¿te parece que es válido y que aún existe la posibilidad de recuperar esa música?
-Si, válido siempre es el hecho de llevar a cabo un proyecto de esa naturaleza. Yo siempre que tengo un espacio -por ejemplo si volviera a tener un espacio en televisión- siempre voy a tener en cuenta darle un espacio a músicos nuevos, no solo del interior. Pero uno tiene que tener el espacio para llevar a cabo el proyecto, si no uno se queda solo en ideas. Ahora es muy difícil convocar gente para una experiencia nueva, es mucho esfuerzo con resultados, muchas veces, no tan felices. La televisión te da la posibilidad de que te vean 200 mil o 300 mil personas, o sea que vale la pena el esfuerzo.
-En toda tu trayectoria hay como un marcado acento argentino ¿cómo se inspira tu nuevo trabajo ante la realidad argentina actual?
-Nosotros siempre hicimos música al margen de la situación del país, porque la música instrumental no cuenta concretamente anécdotas, sino que de alguna manera refleja si es bueno el momento en el cual vos hiciste esa música. Obviamente, la crisis nos influye como a todos. La necesidad de empezar de nuevo influyó, no solo en la actividad artística y musical, sino también en la vida diaria de cada uno de nosotros. Ante una situación en la que algunos pocos sacaron provecho, nosotros formamos parte de los que no sacamos provecho y tuvimos que reacomodarnos terriblemente; vivimos la realidad como cualquiera, salvo que uno tiene la posibilidad de sacarse el peso componiendo música y comunicándose con la gente.
