"El todo es más que la suma de las partes"

05-07-2012

En las Naciones Unidas celebramos el 7 de julio el Día Internacional de las Cooperativas. Éste es un aniversario especial, porque 2012 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de las Cooperativas. Así, nuestro líder, el secretario General Ban Ki-moon, nos recuerda que el movimiento cooperativista ofrece una senda para el futuro en tiempos de crisis económicas en el mundo.

“Con su distintivo énfasis en los valores, las cooperativas han demostrado ser un modelo empresarial versátil y viable, que puede prosperar incluso en épocas difíciles. Su éxito ha contribuido a impedir que muchas familias y comunidades caigan en la pobreza”, dijo.

Es realmente sorprendente ver el número de personas alrededor del mundo que trabajan en cooperativas, así como también advertir el impacto que éstas tienen en las vidas de muchos más.

A nivel mundial, el sector cooperativo cuenta con alrededor de 800 millones de miembros en más de 100 países, lo que resulta –se estima– en más de 100 millones de empleos. En términos de producto interno bruto (PIB), el efecto resulta francamente asombroso. En Kenia, por ejemplo, país en el que viví de joven y donde presencié la explosión del movimiento cooperativista en las décadas posteriores a su independencia, el 45 por ciento del PIB nacional proviene de las cooperativas.

En Argentina, los números resultan impresionantes también. Recientemente, Ariel Guarco, presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), me comentaba que alrededor de 10 millones de argentinos están asociados a una cooperativa en forma directa o indirecta, y que uno de cada dos argentinos consume productos elaborados en cooperativas.

“Contribuimos con casi el 10 por ciento del PIB nacional”, expresó Guarco, y detalló que millones de personas en el país acceden a servicios básicos y de energía de esta forma. “Además, las cooperativas proveen agua potable, cloacas, televisión por cable, Internet, telefonía, servicios de salud, farmacia y turismo”.

Cuando mis amigos de Cooperar mencionaron al sector turismo, pensé que esto podía sorprender a algunos. No obstante, hace algunos meses, miembros del staff de nuestro Centro de Información de la ONU aquí en Buenos Aires visitaron un emprendimiento turístico cooperativo en los Valles Calchaquíes, una hermosa región de la “linda” provincia de Salta.

Allí, un grupo de campesinos creó una cooperativa –Red de Turismo Campesino– que promueve la autogestión para el desarrollo sostenible y el turismo respetuoso, en el departamento de San Carlos. Con una pequeña dotación del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, que es administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) aquí en la Argentina, un conjunto de familias se han reunido para ofrecer alojamientos turísticos de calidad y, a su vez, trabajar juntos para mejorar la producción de productos locales, como artesanías, vinos y dulces que la Red ofrece al público en su propio local.

“Tener personas que te apoyen y que crean en vos en un proyecto como éste es como que te den un empujón, que te den aire para salir adelante”, comentaba entonces Soledad Cutipa, presidenta de la Red de Turismo Campesino.

Filosofía. Trabajar juntos, formar un equipo, construir con quienes te rodean... el todo es más que la suma de las partes. Ésta ha sido la filosofía del movimiento cooperativista desde su fundación en una pequeña ciudad del norte de Inglaterra, Rochdale, allá por la década de 1840.

Cuando uno reflexiona sobre ello, advierte que la agenda de las cooperativas genera sinergias con las Naciones Unidas. En la ONU, postulamos el principio de buscar soluciones conjuntas, promovemos el multilateralismo y apostamos a reunir a todos los países de nuestro planeta para lograr avances en pos del beneficio de toda la humanidad.

Es por ello que no es casualidad que en la ONU celebremos el Año Internacional de las Cooperativas. Creemos, en especial en este momento de crisis económica, que las cooperativas nos brindan valores y estructuras que idealmente se ajustan a los desafíos que enfrentamos.

El Banco Mundial destaca el rol que juegan las cooperativas en la revitalización del sector agrícola y la economía rural. Las cooperativas campesinas están lidiando con una creciente demanda de frutas y vegetales frescos por parte de los supermercados.

Cooperativas cafetaleras, especialmente en el Cuerno de África y Centroamérica, están obteniendo mejores precios a través del comercio justo. Pequeñas cooperativas lecheras crecen con rapidez en Europa del Este, América latina y África para proveer de leche a tambos privados.

Y luego está la nueva frontera del movimiento cooperativista. Bancos, seguros, energía, cuidados para mayores y servicios de salud para los enfermos. Tales proyectos están tomando forma en Europa y Norteamérica.

“Las cooperativas le recuerdan a la comunidad internacional que es posible alcanzar tanto la vitalidad económica como la responsabilidad social”, según el secretario General Ban Ki-moon.

Nuestro objetivo en la ONU hoy es llamar la atención en todo el mundo sobre la forma en la que las cooperativas nos pueden ayudar a todos en la lucha contra la pobreza, promover el crecimiento de este movimiento y alentar a los gobiernos a establecer políticas públicas y leyes que resulten en la creación de una próspera red de cooperativas.

El mensaje puede sintetizarse en una línea: “los emprendimiento cooperativos crean un mundo mejor”.

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