La conectividad, y con ésta el acceso a la información, ha dejado de ser optativa para convertirse en una condición esencial de ciudadanía. Tal es así que la falta de acceso a un servicio de conectividad de calidad ha profundizado las desigualdades, condicionando el ejercicio de otros derechos como la salud y la educación.
Desde hace un mes, las 250 personas que viven en la Comuna de Equina, una pequeña población ubicada a 70 km de la capital cordobesa, tienen acceso a internet de calidad por primera vez. La obra para llevar conectividad requirió de la intervención de diferentes actores que trabajaron conjuntamente.
“Hay alegría en nuestro pueblo”, dice con orgullo el intendente comunal Eduardo González, y señala que el 90 por ciento del pueblo hoy está conectado a internet. “Muchos están tomando cursos online, cosa que nos llena de orgullo”.
El rol de la Cooperativa de Servicios Públicos de Colonia Caroya Jesús María fue clave para el desarrollo del proyecto impulsado por la Comuna y que requirió también la participación clave del Gobierno de Córdoba.
Luego de un periodo de estudio por parte del equipo técnico de la cooperativa, se diseñó el proyecto que consiste en una conexión inalámbrica "punto a punto" desde la antena que posee la cooperativa en la zona de Tiro Federal hasta la misma Comuna. Después se desplegó fibra óptica para distribuir el servicio localmente y “que la gente pueda tener acceso en forma rápida y confiable”, explicaron desde la cooperativa.
González ( Jefe comunal) y Nanini ( presidente de la cooperativa)
Todos piden la contraseña
Las tres escuelas que tiene Esquina también cuentan por primera vez con Internet y Wifi. “Ahora los estudiantes pueden acceder a contenidos que no tenían en los libros”, señala Virginia Coraza, coordinadora de la escuela secundaria local. Y agrega que “ahora, todos piden la contraseña”.
La conectividad: un ejercicio de ciudadanía
Tal como señala el abogado y consultor sobre derechos y políticas públicas en Internet, Andrés Piazza. “La pandemia puso en evidencia lo que se denomina la conectividad significativa”, aquello que nos permite identificar no sólo que existe cobertura de internet “sino tener en cuenta las diferentes necesidades y derechos que existen en el ejercicio no solamente de la ciudadanía sino de la educación, de la salud, del trabajo. Sin ese nivel de conectividad, de capilaridad, de dispositivos, de habilidades blandas no se puede considerar al usuario conectado”.
