Con Miguela Varela, integrante del Centro de Comercialización de Productos de la Agricultura Familiar y de la Red de Alimentos Cooperativos, hablamos sobre el proyecto que engloba la red de alimentos cooperativos, un grupo de cooperativas vinculadas con “la agricultura familiar, pero también por entidades que se dedican a la comercialización, a la provisión de insumos para la producción y recientemente se sumó una de comunicación que nos ayuda a pensar cómo comunicamos lo que hacemos en la red”, explica.
Esta experiencia que tímidamente comenzó en 2014 de la mano de productores de la agricultura familiar que buscaban canales para ofrecer sus productos, tiene hoy mas de 100 cooperativas vinculadas desde toda la cadena alimentaria.
Actualmente la Red concentra su estructura en Buenos Aires “pero nuestro desafío es desconcentrar y federalizar la distribución y comercialización. Estamos trabajando en nodos logísticos en el NOA, Cuyo, Patagonia y Litoral”.
En relación a la incidencia de la inflación en la cadena agroalimentaria cooperativa, Miguela Varela señala que “como fenómeno recurrente en nuestro país, nos afecta muchísimo porque somos actores económicos relativamente débiles en comparación con otros actores de la cadena alimenticia. Es un factor muy desestabilizante sobre todo porque nos hace correr detrás de las urgencias, nos impide planificar a largo plazo y nos genera incertidumbre”.
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