Además, pidieron alquilar las instalaciones y presentaron un proyecto de viabilidad para autogestionarlo. La entidad fue declarada en quiebra el 6 de setiembre pasado y, desde entonces, sus empleados están suspendidos. Veinte diputados nacionales suscribieron una carta exigiendo que se solucione a la brevedad la situación de los enfermeros, técnicos, médicos y personal de maestranza, quienes no cobran sus salarios de noviembre de 2003.
A mediados de la década del 90, acorde con los aires privatistas que corrían, el hospital comenzó a tercerizar los servicios al mismo tiempo que engrosaba sus pasivos. En 1996, dejó de pagarle el aguinaldo a sus trabajadores y un año más tarde ya no hacía aportes previsionales. A medida que la crisis se profundizaba, surgió la idea crear el propio servicio de medicina prepaga. Así nació Isramed en 1998. Dos años más tarde, la gerenciadora Cruz Dorada S. A. se hace cargo del 80 por ciento de las prestaciones.
se dio una situación límite cuando la intervención prometió un dinero de cincuenta pesos.
Luego se precipitó la crisis económica hasta llegar al punto actual por ello Paulino Quintana, secretario de la cooperativa relata que “ante la negativa fuimos a protestar y a la dirección del hospital. A raíz de eso vinieron los medios y la información comenzó a multiplicarse. Se supo un poco la verdad de lo que está sucediendo acá adentro del hospital. De esa manera también tuvimos la posibilidad de que el presidente del movimiento nacional de fábricas recuperadas el doctor Alberto Caro, se haya acercado a nosotros, y podemos afirmar que ha hecho un trabajo excelente que se ha manejado con criterio bastante altruista y como el juez de la causa dictaminó sobre la importancia que tiene preservar la salud y la fuente de trabajo ha determinado que esto haya sido conducido por la cooperativa de trabajadores.”
De los 1.200 empleados que prestaban servicios en los tiempos de gloria, quedaban sólo 400 al momento de la quiebra. Abandonados a la suerte por su sindicato, doscientos de ellos conformaron el viernes pasado la Cooperativa Hospital Israelita Limitada y presentaron un proyecto que preserva su fuente laboral y la de otras dos centenas de compañeros. Permanecen día y noche en el edificio de la Avenida Nazca reclamando sus salarios adeudados y la posibilidad de autogestionar la institución.
