“La situación es la misma desde hace años para el conjunto de las cooperativas de Chubut, salvo Esquel que pudo llegar a un acuerdo con Cammesa. A pesar de la propuesta de la Secretaría de Energía Nacional, con lo fijado en el artículo 87 de la Ley de Presupuesto, las cooperativas chubutenses están muy lejos de poder cumplir con los requisitos que tiene ese plan”, señaló Valeria Lewis, tesorera de la Federación Chubutense de Cooperativas (Fechcoop) y presidenta de la cooperativa de Gaiman.
Como dice nuestro presidente Fabricio Petrakosky: “la deuda es impagable”.
Los 16 millones de pesos que las distribuidoras le adeudan a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista (Cammesa) se fueron acumulando durante años bajo un esquema de atraso tarifario, pero “ese pasivo creció exponencialmente a partir de 2015-2016 cuando se empezó a quitar el subsidio”, señaló Lewis.
El componente de la deuda de las distribuidoras chubutenses se reparte entre las cooperativas de Comodoro Rivadavia (5859 millones), Trelew (4018 millones), Sarmiento (1066 millones), Puerto Madryn (1970 millones), Rawson (1380 millones), Esquel (238 millones) y la empresa provincial que tiene un pasivo de 912 millones. La cooperativa de Gaiman es la única que no tiene sus cuentas en rojo con la empresa mayorista. “Nosotros no brindamos servicios como cloacas y agua, que son absolutamente deficitarios. Eso hace la diferencia con las otras cooperativas”, explicó su presidenta.
En Chubut hay un total de 31 cooperativas que distribuyen energía, pero solo siete están interconectadas al sistema eléctrico. El resto brinda energía en pequeñas comunidades mediante generación aislada con combustible.
“Necesitamos una discusión más política que proponga otra salida”, señala Lewis y explica que la propuesta de créditos blandos y quita de intereses que propone la Secretaría de Energía para el desendeudamiento, a través del artículo 87, no es suficiente para Chubut. “Las cooperativa en la situación actual, con un atraso tarifario realmente muy grande de varios años, con el congelamiento del año pasado y toda la repercusión de la pandemia en las organizaciones, no pueden asumir el pago del corriente más una cuota”.
Además, agrega la dirigente cooperativista, “ese acuerdo requiere del aval de los municipios como garantes, por ser el poder concedente. En la situación de crisis que tiene toda la provincia de Chubut, que viene pagando los sueldos estatales de manera escalonada desde 2019, los municipios no están dispuestos a acompañar ese acuerdo con sus escasos recursos”.
Cabe agregar que antes de la emergencia decretara por el Gobierno Nacional, que estableció la suspensión de cortes y quita de intereses en los consumos de los servicios públicos, las cooperativas de Chubut sostenían medidas similares con los empleados estatales que no estaban cobrando su salario completo. Esto también impactó en las finanzas de las cooperativas.
Los precandidatos, nada
Los tiempos preelectorales tampoco parecen traer propuestas o respuestas a la demanda de las cooperativas. “Todo lo contrario”, dice Lewis. “No vemos interés en tratar de encontrarle la vuelta a esta situación. Lo mismo con el gobierno provincial con quien las cooperativas tenemos casi nulo diálogo”.
Frente a la falta de acompañamiento, cada cooperativa debe negociar por separado, o a través de la federación aquellas que están integradas, “pero no hay acción conjunta en torno a un diálogo más político, de alguna manera hay que parar esta sangría y buscar una solución diferente”.
Ante la consulta si una actualización tarifaria podría atenuar la situación, Lewis dijo que no cree que haya acompañamiento en este punto ya que el nivel de atraso está entre el 60 y 65 %.
“Hay una desconexión en el diálogo que hace que esto sea imposible”, agrega y cuenta que durante esta semana el secretario de Energía, Darío Martínez, estuvo en Comodoro Rivadavia para hablar de energía y sólo se reunió con intendentes. “No hubo nadie del sector energético”.
